En el artículo de hoy, te voy a contar cómo hacer una carta de presentación.
En clase enseño cómo hacerla porque es el protocolo y, aunque no soy muy amante de las cartas de presentación, me gustaría compartir contigo algunas claves para hacerlas algo más dinámicas.
Sinceramente pienso que la mayoría de las personas no le dan ninguna importancia. Se saben de memoria el encabezado, cuerpo y mensaje y las redactan igual sea para la empresa que sea, y ahí está el gran error.
Entiendo que, precisamente por protocolo, sigan unas “reglas”, pero si el objetivo es marcar la diferencia para que nos escojan entre el resto de candidatos, ¿cómo podemos conformarnos con la típica que sabes que no la han escrito para ti?
Te las voy a comparar con la cantidad de mensajes que en Navidad recibimos de personas con las que no hablamos en todo el año.
Piensa un momento en las felicitaciones navideñas, ¿te hace la misma ilusión una general que además te la envía alguien con quien no hablas desde hace mil, o prefieres una que lleve tu nombre?
¿Las contestas todas? Porque yo no. Y me consta que muchas personas tampoco. Muchos solo contestamos a aquellas personas que sabemos que se han tomado la molestia de felicitarnos las fiestas porque somos importantes para ellas.
Pues con una carta de presentación es igual.
Voy a diferenciar entre dos puntos importantes de la carta de presentación: contenido y personalización.
Contenido de una carta de presentación:
Como ya sabrás, la carta de presentación se divide en encabezado, saludo, cuerpo y despedida, ¿verdad?
Es cierto que en el cuerpo se comienza especificando la oferta de trabajo a la que se postula para concretar a qué nos referimos. Pero lo importante viene ahora.
Si aprovechas ese párrafo para escribir lo mismo que viene en tu currículum estás perdiendo el tiempo, se lo estás haciendo perder a la persona que lo lee y, lo peor, le estás aburriendo.
Habla de ti, de tus habilidades, de tus valores, de por qué quieres trabajar, de tu objetivo profesional. Conviértela más bien en una carta de motivación, que eso sí que ya me gusta muchísimo más.
Es un error no personalizar las cartas de presentación cuando la estás mandando a una empresa concreta. Podrías cometer equivocaciones que te harían perder puntos.
En cuanto a la personalización:
¿Por qué todas las cartas son iguales? ¿Has enviado alguna carta de presentación a la que solo has cambiado el nombre de la empresa?
¡O peor! ¿Se te ha olvidado cambiar el nombre de la empresa y has enviado una carta de presentación a nombre de otra?
Muchas personas, como ni se toman la molestia de buscar información sobre la empresa, escriben lo mismo para todas. Y no es lo mismo que respondas a una oferta de Ikea que a una oferta de una empresa pequeña con tres trabajadores y que busca ampliar el equipo.
A mí me mandaron una carta de presentación donde me hablaban como si yo fuera Ikea, algo que sabes que no es así si te molestas en mirar mi web y mis redes sociales, porque si lo haces, verás que yo trabajo sola, colaboro con empresas y administraciones y que sí, podría ser que en un tiempo necesitara a alguien, pero si ese alguien ni me busca en internet, prefiero que no.
Por eso, no cuesta nada buscar info para saber a qué tipo de empresa estamos escribiendo. Recuerda no ser la típica persona que en Navidad manda sin ton ni son mensajes de felicitación porque sí, porque es lo que toca.
QUE SE NOTE QUE TE HAS ESFORZADO, SI PONES EMPEÑO EN UNA “SIMPLE” CARTA DE PRESENTACIÓN, SE SABE QUE LO HARÁS EN TODO, Y AHÍ ESTÁS MARCANDO LA DIFERENCIA.
Ya que vas a hacer tu carta de presentación, hazla bien, que se note que te lo tomas en serio y que es importante para ti encontrar trabajo.
Concretando, ten en cuenta todo lo que te expongo a continuación:
- Sé natural y cercano, no te pongas repipi ni seas pelota. No llenes la carta de presentación de términos que no conoces y que no explican nada sobre ti, son solo términos.
- Como te he dicho antes, no cuentes lo que ya pone en tu currículum. Si ves necesario nombrar algunos de tus trabajos o estudios para contar algo interesante sobre ellos, hazlo, pero no relates cada experiencia o formación porque eso ya lo van a leer.
- En el saludo puedes poner “Estimado señor/a” si dudas entre hablar de manera genérica o no, pero, por favor, olvida la idea de escribir señor@s, no escribas con falta de ortografía.
- La jovialidad y alegría se traspasan en el lenguaje escrito, aunque no lo creas. Sonríe cuando estés escribiendo tu carta de presentación y hazlo con ganas.
- No la tienes que firmar.
- Decide si vas a hablar en singular o en plural, no comiences diciendo “estimado señor” y termines diciendo “concertar una entrevista con ustedes”. Dale coherencia.
Lo mejor que puedes hacer es redactarla y que alguien te la revise, ya que cuando trabajamos en un texto se nos escapan ciertos errores de los que no nos damos cuenta, aunque la leamos más de una vez.
Espero que te puedan ayudar estas recomendaciones y que sonrías cada vez que personalices una carta de presentación.
Si quieres aprender a redactar tu carta de presentación, haz clic aquí y reserva tus sesiones de consultoría.
Recuerda seguirme en mi perfil de Instagram, LinkedIn y Youtube para estar al día de todo el contenido que comparto sobre empleabilidad, habilidades sociales y marca personal.
¡Hasta pronto!